Polos opuestos

Nunca lo tendremos claro. Por mucho que nos digan que si los polos opuestos se atraen, miles de pareja se han separado por no tener nada en común. Sin embargo, tener en común algunos gustos o demasiados gustos, tampoco es garantía de éxito en la relación. 

Entonces, ¿qué asegura que una pareja llegue a buen puerto? Pues creo tener una respuesta para eso, lo que no tengo claro que sea la ciencia exacta que no existe en las parejas. Empezaré por contar mi caso. Como mitad de una pareja, veo que no puedo parecerme menos a él. Sí, no soy ni por asomo un poquito como mi pareja en lo que carácter se refiere. Donde yo soy extrovertida, él es introvertido; donde yo soy impulsiva, él es más controlado; donde yo rozo la locura, él se mantiene cuerdo; y así podría seguir en cada una de las características que nos engloban. Y no, no nos unen aficiones, porque en eso también somos como el agua y el aceite.  

Siendo así me pregunto: ¿por qué llevamos tantos años juntos y bien? Pues diría que se debe al respeto, al acompañamiento, al entendimiento. Lo que viene siendo saber que no podemos ser iguales, que cuando toca acompañarlo en sus aficiones, ahí me tiene, toda para él, por poco que comparta el gusto por la misma, por escaso que sea mi deseo de estar haciendo eso. Al igual, cuando llega mi turno, es él el que acompaña mis locuras aunque no sea lo que más desee hacer. 

Pero claro, según esta teoría sería muy fácil si tenemos los mismos gustos o el mismo carácter. 

En cuanto a gustos no digo que no sea más fácil llevarlo, pero en el caso del carácter tengo la firme convicción que debemos buscar lo diferente, porque los polos iguales se repelen y está comprobado por la física. No existen parejas estables y bien avenidas que compartan un mismo carácter. La idea que me motiva a pensar así es porque pienso que todas las personas buscamos nuestra parcela de protagonismo en la vida o dentro de la propia relación, y sería muy complejo encontrarla si esa parcela es la misma que en nuestra propia pareja. Eso es lo que me lleva casi a afirmar que al lado de la locura solo puede estar la cordura, al lado de la impulsividad la reflexión, al lado de la extroversión la introversión. Por esos motivos las parejas son capaces de durar en buena sintonía. 

No solo es necesario acompañar y dejar hacer aficiones aunque no las compartamos, sino que además necesitamos tener lo contrario en muchos aspectos de nuestro carácter. ¿Crees que son ciertas estas reflexiones? 

Marta Monroy

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